domingo, 4 de abril de 2010

Laura Roda

Ella... espera
El tiempo es todo suyo.

El frío de una noche sin mañana
nos encuentra humillados
en éste cuarto, lúgubre...
todo aquí es espanto

El olor nauseabundo
de orines y heces
inunda
los cuerpos desnudos,
escuálidos flagelados...
los gritos el dolor el miedo
y Ella...

Siempre
acechando
rostros
desfigurados...

Agonía y llanto

Una puerta
cerrada
que se abre
unas manos canallas
insultos trompadas
detrás
Ella...

como única salida posible
como salvación a este calvario
Ella... tan temida
Ella... innombrable
Ella... compasiva
Ella... piadosa

ya llega a liberarnos...

Hernando Téllez (1908-1966) Colombiano.

Reiniciamos las actividades del taller
"Saltando de TexTo en TeXto"

Hemos leído cuentos de José Orlandini,
Juan José Hernández, Guimaraes Rosa,
Hernando Téllez.
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(cuento)

Hernando Téllez
Espuma y nada más

No saludó al entrar. Yo estaba repasando sobre una badana la mejor de mis navajas. Y cuando lo reconocí me puse a temblar. Pero él no se dio cuenta. Para disimular continué repasando la hoja. La probé luego sobre la yema del dedo gordo y volví a mirarla contra la luz. En ese instante se quitaba el cinturon ribeteado de balas de donde pendía la funda de la pistola. Lo colgó de uno de los clavos del ropero y encima colocó el kepis. Volvió completamente el cuerpo para hablarme y, deshaciendo el nudo de la corbata, me dijo: "Hace un calor de todos los demonios. Aféiteme." Y se sentó en la silla. Le calculé cuatro días de barba. Los cuatro días de la última excursión en busca de los nuestros. El rostro aparecía quemado, curtido por el sol. Me puse a preparar minuciosamente el jabón. Corté unas rebanadas de la pasta, dejándolas caer en el recipiente, mezclé un poco de agua tibia y con la brocha empecé a revolver. Pronto subió la espuma.
continua...