martes, 13 de octubre de 2009

El equilibrio

El difícil arte de la equilibrada cuesta tanto como querer correr sin ir muy rápido.
Es mejor el sentimiento adverso de la posición oblicua.
No vale nada esperar sentado que la piedra diga algo, más vale levantarla y arrojarla.
En el acto está el movimiento.
Y moverse es tan difícil como mantenerse en equilibrio.
Nada es nada, porque sólo se está en este momento una sola vez.
No hay dos cosas para un ahora inmediato. Una es y se basta por sí sola.
La mano siente la piedra, la cala, la calza y en un instante siente su energía
que vibra cuando es arrojada.
Basta arrojarse para sentir el vuelo.

1 comentario:

sonoio dijo...

Basta arrojarse para sentir el vuelo.

y aquí empieza el arte

saludos